El secreto se llama tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID), que la compañía Idealcombi, fabricante de puertas y ventanas con sede en Dinamarca, ha empleado para automatizar su proceso de producción. Gracias a ello, ha podido duplicar la capacidad de su planta sin tener que contratar más especialistas.
Este novedoso sistema consiste en adherir etiquetas a los productos para que el sistema ajuste automáticamente la configuración de las máquinas de montaje, en base a las especificaciones requeridas por cada puerta o ventana.
Además, la tecnología RFID, que proporciona la empresa Prosign RFDI, permite crear un registro de los procesos productivos, por lo que, en caso de que surja algún problema o defecto con algún producto concreto, puede detectarse a lo largo del proceso de fabricación y descartar dicho producto.
Se trata de facilitar y simplificar al máximo un proceso que antes se realizaba manualmente y que requería tiempo y personal especializado. Los operarios iban ajustando las máquinas que tenían a su cargo según las especificaciones de cada orden, que les llegaban impresas para cada producto.
Pero gracias a las etiquetas sólo ha sido necesario instalar unos lectores que identifican cada producto y ajustan cada máquina de forma automática, sea cual sea su función (pintura, perforación, instalación de soportes, etc), eliminando con ello cualquier posibilidad de error humano. Estos mismos lectores también se han instalado en los puntos de entrada y salida de las zonas de amortiguamiento en las que los productos terminados se almacenan.
Cuando los productos requieren algún tipo de tratamiento manual específico, los trabajadores emplean lectores de mano que, gracias a una conexión por bluetooth a un ordenador, captura los datos sobre el elemento que se ha procesado y el resultado final del mismo, para poder tenerlo en cuenta en el siguiente paso de la producción.
Además, al rastrear los productos conforme van avanzando en el proceso, existe un mayor control para saber dónde se encuentran exactamente dichos productos en cada momento y para determinar el estado de un orden específico, en el caso de retrasos.
Incluso si se detectan problemas con el producto acabado, la empresa sólo debe acceder a la base de datos, revisar la forma en la que fue construido y determinar las correcciones que deban realizarse.